“You may fool another guy in another place. But this is the best of New York”, me dijo el bouncer mientras me regresaba mi fake ID en la entrada de la fiesta Purim (fiesta judía)
La última vez que estuve en NY fue en marzo 2019 cuando vine a ver Sara, mi amiga que estudia en NYU.
Aterricé y quería lo que toda niña de 20 años quiere hacer en Nueva York; salir.
Para mi suerte estaba a 2 meses de cumplir 21. No iba a ser fácil pero ni modo. A ver qué pasa.
Todo empezó googleando “San Patrick ‘s party NYC”. Buscábamos una fiesta de San Patrick (era el día). Esperábamos encontrar aunque sea una de esas fiestas públicas porque sabíamos que no entraríamos a ningún antro.
Sara encontró lo que parecía ser una persona RVP. Le escribimos por Instagram. DomChampagne nos contestó en minutos. “You girls are looking for a party?” “Meet me here at 9.00 pm”. ¡Claro que sí!
La cita era en PHD Midtown, una terraza/antro con vista a Times Square. Cuando llegamos, no solo la fila era larga, pero lo que más nos asustó es que los bouncers estaban bateando a muchos.
Nos empezamos a desanimar cuando llegó DomChampagne; “This way girls” señalando otra puerta. Le di mi “ID” al bouncer y creo que ya sospechaba muchas cosas. Me iba a decir algo cuando Dom le dijo “they’re with me” y nos dejó entrar.
Seguímos a Dom por el lugar hasta que llegamos a una mesa, con botellas de Grey Goose y Maestro Dobel. No puede ser. Resulta que ser mujer tiene algunas ventajas.
El resto de la noche es leyenda.
Creo que las aventuras pasan cuando te atreves. De los riesgos nacen las oportunidades. De una noche que pensé terminaría por irme a dormir, viví una de las noche más divertidas de mi vida. Una noche con una mezcla de buenas coincidencias. Nunca supimos bien qué pasó, por qué nosotras, ni qué hacía exactamente DomChampagne, pero ya nada de eso importaba. Ahí estaba con Sara, en uno de los lugares más exclusivos de NYC, con las luces de Times Square enfrente y el viento frío de marzo. Brindando con gente de todas partes del mundo.
